Patrocinado por la Marca España –pero la auténtica, la que no consta en
los informes, sino que se nace con ella-, ya tenemos remake oficial de la
guerra interna en la villa de Madrid. Atrás quedaron los hijoputismos y las
simpatías democráticas incompatibles con una cartera ministerial. Entre la
consorte y el segundo hay un trozo de carne que desde Moncloa pretenden que no
se pudra, y con tanto devaneo en la sombra no han estado pendientes de atar a
los rabiosos.
Ana Botella le ha cogido cariño a las vistas de la Cibeles, pero la
sombra de la lideresa es alargada. Es comprensible que la muerte de cuatro
personas sea una carga pesada a la espalda de la Administración, pero las
marcas de uñas clavadas en el sillón no son de eso, y bien ha sabido seguir la
política de comunicación del partido para mantenerse en un silencio altanero
mientras le llovía sobremojado. Desde fuera, puede parecernos una partida de
ajedrez, aunque esta casta endogámica gusta más de cartas y estilete; y así
Botella se desvela como la heredera política de Fernando VII e Ignacio González
se vuelve más papista que el Papa. Y la última de la gestora ominosa ha sido
contra su soporte.
Firmar contra la privatización de La Princesa rompe las reglas del
juego. La prueba está en la brevedad con que Ignacio González ha lanzado un
grito al aire contaminado de la capital del reino. Que Francisco Marhuenda
declare que esa rúbrica va contra el Gobierno es, cuanto menos, interesante, y
poco a poco configuramos el tablero: los peones, a bayonetazos en la trinchera
que hay entre Sol y Cibeles, el PP bicéfalo picoteándose los cogotes, y en
derredor más humo que justicia.
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@cheaale
Rifis..., rafes..., ¿rastafaris?
ResponderEliminarCualquier cosa puede salir de las peras y manzanas, tanto como del balcón del Ayuntamiento. Que de ominoso queda hasta cateto, con tanta luz por fuera y tan baja casta por dentro.
De la Comunidad, y no de vecinos, aunque pudiera pasar por el término más despectivo de corrala, poco más que añadir. Que el ahora presidente no hubiera quedado desvalido de haber sucedido lo contrario, ya ostenta la presidencia del Canal De Isabel II del que, en breve, habrá que abrevarse, pues los nuevos dueños no nos traerán el agua a casa si no pagamos. Igual va siendo hora de tomar posiciones en el Jarama.
En fin,simulando duelos caballerescos entre porqueros. No hay forma de que parezca otra cosa.
Avalenematu. :)
Yo tengo dos posibilidades de porque Ana Botella fue a firmó en La Princesa y ha dejado que se generase esta "guerrilla" con la comunidad:
ResponderEliminar1º) Evadir la atención del caso del Madrid Arena.
2º) Porque la señora Aguirre y el señor Aznar estan moviendo hilos estrategicamente (aún no acierto a adivinar el motivo).