lunes, 12 de noviembre de 2012

El significado de "El País".



   Ya está. Todo ha acabado. Los nervios se han ido del estómago y todo era cuestión de tiempo, vistas las circunstancias y los precedentes. No sé por qué iba a ser distinto esta vez, ni qué importancia tiene en asuntos de dinero lo que significa el nombre de un periódico o de un país.
   El País ha ejecutado el E.R.E. que tenía programado. Veinte personas menos a la calle que las que se cifraron en un primer momento, pero las que se quedan puede que sean las que menos interesen ahora mismo: o quizá no. ¿Qué significa El País? Bueno, es difícil de explicar. Cuando nací ya existía, y me enseñaron a respetar a los mayores. El caso es que nunca he sido un lector voraz de los diarios, y si he comprado alguna edición de El País ha sido por algún regalo que daban a cambio de coleccionar unos cupones, y que nunca me comprometí a conseguir. Sin embargo, parece ser que siempre estaba ahí: en los bares, en las casas, en las televisiones, en las voces…, y no fue hasta que nací al mundo que me rodeaba –nacer biológicamente es solo sangre y lloros- cuando comencé a devorarlo, y no solo a él, sino a todo noticiario viviente que habitara en el territorio nacional; aunque con una diferencia: siempre lo consideré el espacio donde encontrar grandes plumas e investigaciones, independientemente de sus nombres. Las redes sociales me han acercado, como a muchos otros, a las manos que escribían aquello con que me informaba, me divertía o que compartía ideológicamente.
   129. Yo no puedo hablar de personas del mismo modo que cada uno de ellos u otros compañeros de profesión. Desde mi ubicación en la escena (lector), sí puedo y debo dar algunas consideraciones: ayer escribí esto.


Y sigo sintiéndolo. Es la única manera de poder escribir ahora mismo de ello. Como lector, me parece inconcebible que primen intereses sobre calidades, y siempre nos queda el por qué de cada una de las decisiones que se toman, aunque en el fondo sabemos la respuesta; pero como persona, se me cae la cara de vergüenza por el periodismo y se me hace un nudo en la garganta cuando leo cada palabra escrita por las víctimas, llenas de incomprensión, frustración, incertidumbre, tristeza y no sé qué más. Pero ellos son el periódico, El País: los periodistas que preparan sus últimos textos, viñetas, vídeos y fotografías en estas últimas horas son el significado. Y su valía les avala profesionalmente.
   Pero si algo me sorprende en estos momentos es el exterior. Ante la calidez humana de los dignos, se yergue el silencio miserable de un sector que agacha la cabeza en sus estamentos más similares y la gira en el caso de los responsables. En Televisión Española encontramos una noticia-puente donde la moraleja es “podía haber sido peor”. Sabréis disculparme si no pongo más ejemplos televisivos, no es mi fuerte –ya nos iremos conociendo-. Bien es cierto que hay que descartar a los compañeros que escribieron en el momento en que se hizo pública la intención de los despidos, o que desconozco porque uno es también humano y no puede leer todos los artículos del mundo, ni los que aun no se han publicado. Pero sí me queda un ambiente de resaca de jubilado en el que si no se dice es como si no existiera, y esto es algo muy español y muy dual: tragar la desgracia propia y ajena, o una media sonrisa de soberbia ante ese mismo infortunio. Por parte de la firma -sin firma-, ya tenemos el comunicado, dado por cierto tras el punto de inflexión –algo muy propio de estos últimos tiempos, eso de callarse como una puta y, cuando ya has conseguido lo que quieres, intentar quedar bien públicamente-, y no me interesa más allá de aquello de las perspectivas de la verdad: ya la tenía de antes. El País hablaron ayer por Twitter, y emocionaron, se emocionaron y se comprometieron a seguir. Y eso es el periodismo.



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@cheaale



1 comentario:

  1. Hay ocasiones en que las noticias superan la ficción. Vas leyendo tweets, comentarios, artículos de opinión, blogs que cuentan el despropósito que están viviendo, y no das crédito. Pero llega el día. Y todas las palabras que has leído toman forma y crean su propia opinión: El País ya no es tu País. No si son capaces de maltratar de esa forma a quienes te han contado el mundo con otros ojos, y cuya visión completa la tuya. A quienes han enfrentado las balas o la injusticia, el poder establecido o los abusos de poder, quienes han denunciado la corrupción de quienes nos gobiernan y querían tapar a toda costa. Ellos, que nos acompañaron en las calles y nos dieron voz. Cómo no solidarizarse con ellos. Cómo no denunciar nosotros, esta vez, la injusticia que sufren ellos.

    Gracias Mnn, por este post.

    Avalenematu. :)

    Me gustan tus viñetas.

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